Remuevo nerviosa el café, sentada en la mesa junto al gran ventanal. He traído, como me pediste, la caja donde guardábamos nuestros recuerdos. Miro impaciente la puerta de acceso, hasta que te veo entrar. Aparto rápidamente la mirada, aunque puedo apreciar cómo has cambiado. Pareces un anciano respetable. Vienes directo. Antes de tomar asiento te indico que cometes un error. Señalas decepcionado la caja. La ha olvidado una señora que parecía tener prisa, contesto. Me despido amablemente y te doy la espalda. Para cuando te des cuenta de que te llamé por tu nombre, yo ya estaré lejos.
Relato finalista en la VI Edición de Relatos con Banda Sonora, de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.
Enhorabuena, Gran Mujer.
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